lunes, 21 de noviembre de 2011

Paseando por el Puerto.......

El Gran Almirante de la República, el Keneg Ulfred IV Lendelor, pasea por el puerto de Limann Edekon, supervisando las obras de reforma, y algunos de los navíos que allí se encuentran. La conversación entre el Keneg y el Practico portuario versa sobre lo mismo de siempre, temas marítimos. Ambos hombres, de edad similar, se conocen hace años.

-...y como puede ver su alteza, allí ira un faro.
-Eh, si, muy bien Gustav, muy interesante.-dice el Keneg, apenas conteniendo un bostezo.
-Que ocurre, su excelencia.
-Lo cierto es que estaría mas interesado en ver la progresión de la flota, ahora que estamos en medio de la reformacion de la Armada, nada mas que eso, buen amigo, ocupa mi mente ahora.

El Practico esboza una ligera mueca, y da una calada mas a su pipa de hierbas. Con bastante calma,expulsa el humo.

-Seguidme excelencia.- dice el Practico

El Keneg y su comitiva siguen al Practico Gustav por entre intrincados laberintos portuarios, ahora en obras, repletos de andamios, ladrillos y hombres trabajando. Tras varios minutos andando, atraviesan varias naves en desuso, y acceden a un área portuaria algo escondida. El Keneg conoce esta zona muy bien.
Los guardias que allí se encuentran se forman y saludan con la mano en el pecho.

-Y estos navíos, que son, si puede saberse.- el escriba Hochist, con sus lentes gigantescas acaba de hacer lo que mas molesta al Keneg. Preguntar sin motivo alguno.
Mientras el Keneg lo mira con frio semblante, Hochist, todo sea dicho, un gran escribano, le mira extrañado tras unas grandes lentes, ojos distorsionados de insecto, nariz aguileña y rostro delgado. Como al parecer nadie contesta, no hace otra cosa que pasarse la lengua por los labios.
El Keneg aprieta los puños y cuenta en voz baja........

-Estos, mi buen amigo no son mas que Dromons, nuestros barcos de transporte de tropas, rápidos y armados ligeramente.- responde Gustav- Y están aquí para ser reparados, tras el ultimo tifón, como el resto de navíos.
Hochist parece interesado en los grandes navíos que se encuentran amarrados en el muelle.
-Bueno yo estaría mas...-enuncia el Keneg.
-Y aquellos que son.- interrumpe el escribano
La mirada del Keneg se clava en la nuca del escribano, que ahora, con su enjuta medida, vestido de negro y la capucha en la cabeza, se ha colocado delante de su alteza, mientras señala los barcos.

El Practico esboza una sonrisa mientras se lleva la mano a la cabeza. 
-Veamos, aquellos barcos de allí son nuestras típicas Barcazas de comercio y pesca, se llaman Kopjes, muy simples, y muy resistentes, navegan igual por mar o río. Aquellos de allí tan grandes son nuestros mercantes, los Fluyts, usados para comerciar en ultramar.


Kopjes                                                                                                                Fluyt


-Ohh!! Y aquellos tan bellos.
-Aquellos están en dique seco para reparación. Son Galeras Kaising, nuestro barco de guerra mas usado. Son rápidas y maniobrables, pues llevan remos y velas, como los Dromon, pero además suelen ir armados para atacar barcos enemigos.
-Maravilloso!!! Y..-
-Antes que prosigáis, eso es un barco de comercio Winggërs, llamado así porque posee una cantidad ingente de velas, que le permiten navegar raudo y maniobrar con una gran carga. Los hay mas grandes y mas ligeros, pues se hacen por encargo.
 Galera, Winggër y Winggër corto







El Practico y la comitiva continuaron hacia una nave que permanecia cerrada, en estado deplorable, y suspendida parcialmente sobre el agua. Al llegar al portón lateral, Practico y Keneg acceden al oscuro interior, mientras los guardias allí apostados cruzan rápidamente las lanzas, prohibiendo así el acceso al resto de la comitiva. A su espalda, el Keneg oye un bufido de resignacion que viene del escribano, y en su interior ríe de gozo.

-Por fin, su alteza, ya estamos solos y lejos de miradas....inquisitivas.- dice el Practico. -Aquí se encuentra.

En mitad del canal de agua, escondido en la nave, se encuentra un navío, todavia en construcción, de proporciones colosales, con una torre en la parte de proa y un castillo inmenso y acorazado en la parte de popa. El Keneg se queda fascinado.

-Los cañones funcionan con vapor, por conductos de una caldera, pequeña pero muy potente. Es de un ingenio casi diabólico, mi señor.
-Nos ha costado una fortuna conseguir los planos del diseño original, de mano de su inventor.- dice el Keneg
-El Capitán Hankcrow, verdad.
-Si. El Capitán Hankcrow. Ahora solo tenemos que empezar a fabricarlo para tener una hegemonía marítima.
-Señor, los hombres le llaman Leviatán. No se si seria correct..- dice Gustav.
-Leviatán, eh.- el Keneg esboza una sonrisa. -Pues así se llamara. Galera de Guerra Leviatán.


Un Leviatán